jueves, 11 de septiembre de 2014

Carta de una Borderline.

"Soy Border; por eso, si pudiera definir mi forma de vida en tres palabras, estas serían: todo o nada.
Un día la vida es para mi una eterna fiesta, llena de risas y bromas, donde nada es tan serio ni tan importante pero al siguiente me parece más cruel de lo que de verdad es.
Por eso no te preocupes si estoy riendo a carcajadas y al instante suelto el llanto... es "normal" y pasará.
No acepto relaciones a medias, a la gente que quiera estar conmigo le pido estar "conmigo o en mi contra", a cambio doy exactamente lo mismo.
A veces dudo de que mi existencia real, me pregunto si mi existencia es de verdad o soy parte de un sueño o una película... de la que yo no soy la protagonista....
Soy capaz de cuidar mi salud hasta la exageración o llegar a lastimarme tanto que te quitaré el sueño.
¿Qué quieres que sea? ¿con quién quieres estar? puedo ser lo que te de la gana: dulce o tosca; discreta como una tumba o la más chismosa que pueda existir. Precavida o bien, osada a tal punto que temerás por mi vida. Seré lo que te haga feliz... mientras quieras estar contigo.
Una canción, una novela, una frase me hacen soñar, me transportan a "otro lugar" si no quieres que me enfurezca, no me bajes de esa nube
De un instante al otro me puedo volver violenta y agresiva. Cuando eso ocurre no entiendo razones, por favor no intentes calmarme, aléjate, porque de una manera u otra, puedo destruirte.
¿Sabes cual pregunta me hacen más frecuentemente? "¿Cómo puedes ser tan lista para unas cosas y tan tonta para otras?"
Un día me tiraría de un paracaídas solo para que me veas y mañana me escondería en un rincón de mi recámara, de ti y del mundo.
Puedo ser una grandísima mentirosa... o lastimarte con mi sinceridad.
Soy capaz de llorar con las películas y las noticias de la televisión... pero las tragedias de mis vecinos rara vez me producen algún efecto.
Te sorprenderá saber – porque lo sabrás- que tú puedes tener una idea acerca de mi personalidad y otras personas una completamente distinta aunque ambos tengan fundamento.
No tengo piedad, ni compasión y no doy tregua a mis enemigos... aunque daría la vida por quienes amo... mientras los ame.
Poseo una extraña y desarrollada facilidad de ver tus puntos débiles y también los fuertes, entonces cuídate, porque lo que digas o hagas muy probablemente algún día será usado en tu contra.
Puedo convencerte de algo aún cuando ni yo misma esté convencida de ello.
Siempre te daré una respuesta a todo, y con una extraordinaria rapidez pienso lo que tengo que decir para lastimarte.
Hoy quiero pasar el resto de mis días contigo, sin embargo, mañana me puedo arrepentir.
Si un día te digo que no te quiero volver a ver no te sientas culpable, porque no lo eres. También eso es frecuente.
Algo puedo asegurarte, nadie sufre más que yo."


Anónimo.

Amor.

"El amor luce bien en novelas quevenden finales perfectos".

¿Qué es el amor? ¿Es un "yvivieron felices para siempre"? "¿Es buscar en otra parte lo que noencuentras en ti? ¿Es la arrogancia de aferrarse a lo imposible? ¿Al finalsiempre se va?" ¿O se queda?

El amor es un elefante. El amor tienedos enormes colmillos formados desde su estructura ósea. Si bien son paradefenderse, no son dos miembros insensibles. Sufren de la misma forma en que lohace un endeble corazón. Da pasos lentos e hiciera un enorme estruendo al caer.Tiene una piel gruesa para que la indiferencia y el desdén tengan difícilpenetrar su cálido interior. El amor da caricias suaves y barritahistéricamente cuando dañan a los suyos.
El amor es atravesar glaciales corazasde frialdad con la ternura de un abrazo. El amor es un lobo disfrazado deoveja. Es llorar hasta dormir porque te gritaron y gritaste, y te insultaron einsultaste, te arrebataron el plato y te marchaste sin cenar. El amor es taningrato que te acostumbras a sufrir y entre el odio y la paciencia, lapaciencia se fue acabando y el odio permaneció. Pero el amor es sufrir sinpoder odiar. El amor llega a doler por años y un día al despertar habrá sanadopor completo. Sólo así, de repente. El amor es ver a Sebastián Ruli con ellamientras la escucho papasearlo y reír internamente. El amor es pelear porteléfono y después llorar porque ya no puedo escuchar su voz todo el día.

El amor es abordar un tren, ir mirandopor la ventanilla y sentir esa desgarradora impotencia cuando notas que no eresel conductor. Así que siéntate y disfruta el viaje. El amor es este tren que aveces va demasiado lento cuando tienes toda la prisa del planeta, y que avanzamás rápido de lo que quisieras cuando necesitas un poco de tiempo. Es habertedormido un momento en el asiento y despertar por el estruendo de un caminoaveriado, o la explosión de un accidente, buscar al conductor y percatarte deque está borracho. Sentir un escalofrío que te recorre el cuerpo porque no hayforma en que puedas mover el desgraciado vehículo ni de pinche chiste, así queni hablar. A esperar a que el conductor saque la línea de coca y le regrese laentereza para conducir. El amor va en este tren que hace paradas tan continuasque terminas confundiendo de dónde vienes y a dónde vas. Es tener que volver aconfiar en el desvariado conductor porque, ni modo, ese te tocó. El amor esvolver a confiar en ese hombre que fue tu héroe 50 veces y que te mintió más de100. Y de todas formas, volver a levantarle el monumento que destruyó la últimavez con su punzante indiferencia. Y al llegar a la estación, finalmente el amores agradecer de todo corazón el largo viaje, con todo y baches, y caídas, ychoques, y tropiezos. El amor es esperar el tren un viernes por mes para viajaren él por lo menos tres días.

El amor es como el baile, sutil peropoderoso. Donde, al igual que en la vida, los pies son el vehículo. El amor espracticar día a día, y discutir con el reflejo por qué chingada madre no tesale como debería. Y lanzar las zapatillas al otro lado de la duela, bufarmientras las miras por unos instantes para después ir a recogerlas porque,bueno, en realidad las amas. El amor es desear ser el mejor sobre tus pies, ylos maltratas, los azotas, lanzas patadas furibundas de impotencia, perovuelves a empezar. Y ellos no han de quejarse. Será quizás porque te amandemasiado o porque no tienen boca. Pero yo creo que es a causa del amor.Mientras más crece el amor, más duro es mantenerlo con vida, así que elentrenamiento se vuelve cada vez más intenso y las uñas de los pies se caen.Medio que los vendas, pero sigues explotándolos arduamente, y ellos noprotestan. Ni siquiera procuran causarte dolor para que puedas continuar. Y unavez que te vuelves este bailarín experto, te das cuenta de lo valiosos que tuspies han sido. Y les pides perdón. Pero lo curioso es que te perdonan. Porquesi permitieron que continuaras hasta el final es porque querían verte en lacima de tu anhelo. Son esta extensión de ti, este pedacito que nació del mismovientre y al que llegas a maltratar más de una vez para después arrepentirte ypintarles las uñas de su color preferido como si eso fuera suficiente paracompensar todo el daño. Lo más increíble es que de hecho lo es.

El amor es tener un hermanito molestoque habla hasta por los codos y a la más mínima provocación se vuelve como unoso salvaje. El amor es este oso pequeñito que sabes que cuando crezca podríaasesinarte, pero confías en que no lo hará porque lo amas tanto como a unpropio hijo. ¿Alguna vez diste un oso de peluche como símbolo de amor? Esporque asociamos la imagen del oso con la idea del romance, sin embargo noconozco a nadie que se haya detenido a pensar, espera, un oso salvaje podríadevorarte de un bocado. ¿Qué tiene eso de romántico? Quién sabe. Debe ser suapariencia afelpada y el diminuto tamaño con el que los presentan. Sea comosea, ni siquiera yo puedo negar que su imagen me provoque tanta ternura que meolvido de todas esas características abominables y procuro ser un buen ejemploa seguir. Como ese pequeño osito problemático, Koda, y yo como Kenai. Como unoso asesinó algunas de mis mascotas y destrozó unos cuántos suvenires. Perocomo un inocente osito no puedo odiarle, sólo amarle con todo y su instintosalvaje.

El amor es musical. Do re mi fa sol lasi. El amor es tan intenso y reboza de exacerbados matices tal como la música.El amor es tocar el instrumento exacto de la manera adecuada. El amor es"I will always love you". El amor es un piano, el amor es una guitarra,el amor es un saxofón. ¿Has intentado tocar un saxofón alguna vez? Yo sí. No essimplemente inhalar aire suficiente y soplar en la boquilla inflando loscachetes como un hámster imbécil. Es -mira como lo toco yo- y darte cuenta deque hay escondida detrás de la técnica toda una parafernalia extraordinaria denegras y corcheas sobre un pentagrama en sol y en fa. El amor es intentar tocarel saxofón después de haber visto cómo se hace y sentir esa emoción de haberlesacado un desafinado TUUuuuuUuUUUUH mientras el verdadero saxofonista se tapalos oídos y te dice ¡me da algo cuando lo escucho sonar así! pero de todasformas te alienta para que sigas intentándolo. Sí, el amor es música:practicas, no sirves, practicas, no te sale, practicas, ya sirves para limpiarel instrumento por lo menos, vuelves a intentarlo, y parece que funciona, lointentas de nuevo, no, esto no es lo tuyo. Duermas, despiertas, tomas elinstrumento y de alguna forma el trabajo duro dio frutos: ya puedes entonar 3notas. Ahora sólo faltan 257. ¡Qué importa! El amor es intentar una y otra vezhasta que te salga. Y si eres lo suficientemente perseverante, tendrás algopara enorgullecerte a lo largo de un par de años.

El amor es una metáfora sin sentido niforma. Es literal o surrealista. O cúbico, o matemático, una rana, un vaso deagua, un caracol o un gato. El amor es subjetivo. ¿Qué es el amor? El amor essólo eso. El amor es Dios.





miércoles, 10 de septiembre de 2014

Así es como llegué a esta tierra.

¿Eres alguien que suele rezar? ¿Te has preguntado por qué cuando una densa niebla impide que el futuro parezca lúcido, miras hacia el cielo y le ruegas al más alto de los robles que ilumine tu camino a través de la penumbra? Tal vez...
Cuando Él creo la tierra, los mares, el cielo y la luz, también dio vida a seres étereos de luminiscente candela. Los llamó sus hijos, concediéndoles un par de alas majestuosas y blancas como la nieve, que nacían a partir de los homóplatos. Con ellas, ellos fueron capaces de planear sobre la superficie virgen de los océanos y nadar livianos entre la sedosas nubes, y mirar de frente el sol.

-Vas a llamarte Ángel. Y este es el reino en el que has de vivir. Serás etéreo y perpetuo, para que permanezcas a mi lado por la eternidad. Te he llenado de amor, para dar a todo aquel que sufra bajo el implacable yugo de la soledad, y de una infinitia misericordia, para ofrecer tu mano en mi nombre a todo aquel que implore nuestra ayuda. -Esto dijo a cada uno de aquellas bellas criaturas, y a cada una dio un nombre ignoto e impronunciable por labios mortales.

Posteriormente, él pobló la tierra de seres imperfectos, mortales, asequibles en su composición y llenos de susceptibilidades. Poseedores de cierta peculiaridad llamada "Libre Albedrío" y dotados de un inexorable afan de cometer errores. A esta singular creación, Él llamó "Humano". Pues, al igual que a sus ángeles, lo llenó de amor, de caridad por sus semejantes; puso dentro de él un alma solidaria y un corazón bondadoso. Sin embargo, la diferencia entre un humano y un ángel no era la evidente disimilitud entre la estética y el tiempo de vida de cada uno, sino que los primeros podían decidir cómo utilizar estos dones, mientras que los últimos, simplemente hacían uso de ellos porque así era la voluntad de El Creador.
Desde los cielos, los seres inmateriales observaban con suma curiosidad cada paso que los humanos daban. Para algunos de ellos, cada pequeño defecto que poseían los hombres, como los llamaban también, parecía maravillarlos. La manera en la que a algunos de ellos se les escapaban gotas de agua por los ojos. El amor intensamente pasional que eran capaces de albergar en un corazón tan frágil, mismo que también podía ser anfitrión de un odio ponzoñoso. Esa inequiparable irracionalidad que poseían sin remordimientos. El hecho de que cada paso dado, podría ser el último. ¡Era un ser realmente fascinante! Algunos ángeles se preguntaron ¿por qué Él nos hizo tan diferentes a ellos? Pero ninguno desafió su voluntad.

Un día, un pequeño querubín se acercó a su padre. Con inigualable inocencia clavo sus grandes ojos en los írises serenos de El Señor, y preguntó con un candor único en un ser etéreo: ¿Por qué me hiciste diferente a los hombres?
Él posó una mano dulcemente sobre el cabello del inocente angelito, y respondió: Porque tú, mi adorable hijo, tienes un corazón endeble que sólo puede poseer amor. Los hombres tienen corazones rígidos, son inflexibles y están dotados de un carácter áspero. Para reconocer que posee el ímpetu necesario, para permanecer estóico ante las más inconcebibles calamidades. Entonces él hizo un afable gesto, y siguió con sus tareas.
Sin embargo, él ángel no estuvo satisfecho con la respuesta de su padre.

Así que en otra ocasión, volvió hacia él y preguntó nuevamente: -¿No puedo ser yo un humano? ¿No puedo yo poseer un corazón como el de ellos, con emociones, que pueda sentir dolor y odio también?
-Él creador de todo, aunque algo desconcertado por la insistencia de su inocente ser de luz, respondió, lleno de amor: Tú eres uno de mis hijos eternos. No puedes ser un hombre porque tu alma no es de hierro como la de ellos. No puedo forjarte un alma de hierro, porque tu sutiles alas no podrían transportar más tu cuerpo. No podrías volver a este reino, ni jugar otra vez con tus hermanos. Mi querido hijo, tú no has sido hecho para vivir una vida como la de los hombres. Ustedes son perpetuos, porque la humanidad necesita del amor de ustedes y mío. Los seres terrenales son mortales, porque si no lo fueran, llevarían sobre sus hombres cargas intolerablemente abrumadoras y sería demasiado para ellos. -Él Padre se acercó a su hijo. Puso una mano suavemente en su hombre, y tras un suspiro taciturno le preguntó: ¿Por qué me preguntas todo esto? ¿Envidias acaso a los hombres?

El ángel se sintió intimidado por la imperturbable mirada adusta de su padre, y guardó silencio por unos instantes. Tentado a retractarse y olvidar el tema por el resto de la eternida, pensó que si su alma era tan endeble como Él decía ese sería el dictamen al que debiera atarse para siempre. Por lo tanto, desenterró de sí un valor que no es usual en un alma etérea y respondió a la pregunta de su Padre.
-Por favor, quiero ser un humano. Anhelo mucho vivir entre ellos. Añoro saber por qué una caricia significa más que la vida eterna, y por qué cuando una de sus almas asciende a este reino, algunos derraman lágrimas y lo desean en su tierra nuevamente. Quiero tener defectos y un futuro incierto. Por favor. No te desafío. Tan sólo quiero tener en mi alma toda esa gama de emociones...
-Él suspiró. Dio la media vuelta, dando la espalda hacia su ángel y permaneció callado. El Ángel no sabía si marcharse o permanecer ahí el tiempo que fuera necesario para que Dios respondiera a sus plegarias, cuando súbitamente El Padre regresó el frente hacia el ser.
-Una vez que seas un hombre -comenzó -No podrás volver aquí. Escucha atentamente esto. No habrá forma alguna en que puedas acortar tu estancia en la tierra, ni siquiera muriendo antes de lo que debieras. Escúchame muy bien. No todos los hombres son buenos, pues yo les he dado el libre albedrío de decidir con qué sentimientos llenar sus corazones. Algunos van a dañarte y vas a amar a otros de tal forma que habrá ocasiones en que sentirás dolor al amarlos. Tienes que estar consciente de que cada paso podría ser el último, y que cuando regreses aquí al morir, dejarás allá a todas las personas que se volvieron indispensables para ti. Ser humano conlleva una inmensa alegría, pero de la misma forma habrá ocasiones en que tendrás que soportar un suplicio desgarrador. Sólo te pido una última cosa antes de que tomes una desición; no te olvides de mi. Habla conmigo todos los días, cuéntame cómo te va, dime lo que piensas y lo que sientes, y si tienes algún problema no dudes en acudir a mi porque, aunque ya no podré responderte pues no viviremos más en el mismo plano, siempre estaré viéndote. Te ayudaré sin importar lo que sea. Pero recuerda, mi amado hijo, que estando allá tendrás que luchar contra las calamidades con tu propia fortaleza. Yo estaré cuidándote todo el tiempo, y si te falta el aliento yo te lo daré.
El pequeño ángel, aunque temeroso, escuchaba atentamente lo que Dios tenía para decirle.
-¿Entonces? ¿Qué decides? ¿Quedarte aquí, o irte a la tierra?
-Aún después de oir todo esto, quiero ser un hombre. Por favor, hazme uno.
Él asintió con una sonrisa dibujada en el sereno rostro. Abrazó fuertemente a su Ángel, y este le obsequió a su Padre sus primeras lágrimas de pena al despedirse de Él.

Querido Padre:
Ser humano no es sencillo. Los días aquí tienen sólo 24 horas y hay tantas cosas por hacer en este mundo que a veces el tiempo no parece suficiente. Parece que planear con demasía el futuro no funciona en este mundo y acongojarse por el pasado mucho menos. Lo único que realmente importa es el presente. La manera en que uno puede llegar a amar es tan maravillosa como macabra. El sufrimiento que el corazón puede llegar a sentir es inenarrable. Sobre todo cuando amas con lo que los hombres llaman "locura". Aquí no se puede volar hasta llegar a lado de la persona que anhelas ver con toda el alma, y las despedidas son tristes y llenas de llanto. ¿Puedes creer que aunque dos personas se amen, no siempre pueden estar juntas? Yo todavía no puedo entenderlo. El corazón que le diste a los hombres está lleno de buenos y hermosos sentimientos, y aún así hay algunos que se empeñan en llenarlo de ponzoña y sentimientos tan ácidos que acaban por consumirlo. Ser humano es muy doloroso. A veces recuerdo cuando dijiste que mi corazón era frágil que mi alma no era de hierro, y pienso en cuánta razón tuviste. Lloro todos los días y siento un gran pesar con frecuencia.
Pero, Amado Padre, hay algo que debo también confesarte. También río todos los días y soy muy feliz cuando estoy a lado de las personas que amo con toda el alma. Todavía conservo esta inocencia etérea de cuando solía ser un ser celestial, y muchas personas me han hecho daño. Pues nunca me esperé que lo hicieran, y por ello no tomé mis precauciones. Pero te agradezco tanto que compensaste todo ese sufrimiento trayendo a mi lado a más seres maravillosos, tan magníficos que me recuerdan a mis hermanos. Cuando mi alma se siente gélida, las lágrimas que brotan de mis ojos son tan tibias que terminan por derretir esa tristeza glacial que me invade a veces. Aunque todavía no dejo de sentirme como un forastero, hay humanos tan acogedores que me siento como en casa. Desde que llegué aquí, he notado que tengo muchos defectos, al igual que todos los hombres y a veces la convivencia es difícil, pero también poseemos hermosas virtudes que salen a irradiar su belleza en los días más nublados. Padre, no sabes cuánto te agradezco que me hayas concedido este deseo. Ser un humano es lo más maravilloso que hay.

Te amo.

J

El amor es un sentimiento bello y puro. Amar a alguien es desinteresado aunque muchas veces nos han enseñado que debe ser recíproco. Como en los cuentos de hadas, ¿qué es lo que espero? Tener a mi lado al príncipe que me permita recostarme en su pecho, y que al abrazarme llene con su perfume mis sentidos. Tenerte a ti, a quien amo locamente, siempre a mi lado. Caminar juntos hasta el altar hasta que la muerte nos separe. Cocinarte cuando llegues cansado del trabajo, y ponerme lencería roja para los días en que estés desesperado de esta maldita vida. Que cuando nada parezca tener sentido y todo se torne oscuro, te recuestes en mis piernas para que te diga que todo estará bien, y que creas que va a estarlo solamente por ser yo quien te lo dice. Quizás tú puedas hacer lo mismo por mí. Podríamos ir por la calle tomados de la mano; tomar el mismo camino de regreso y que pases cada tarde en mi casa, debajo de mí, besándome, acariciándome, devorando todo de mí. Poder decirte que eres mi vida y que tú me contestes que soy la tuya. Llenarte de cumplidos para que te sientas halagado, y que sólo por eso me des un beso. Que me abraces muy fuerte cuando sólo necesite llorar. Que riamos juntos cuando uno de los dos tropiece. Que podamos comer pizza, helado, palomitas y miremos películas toda la noche; beber una cerveza y una lata de vino, y al día siguiente que yo tenga una resaca insoportable mientras tú te encuentras fresco como una lechuga. Que juegues plantas contra zombies mientras yo acaricio tu barba. Recostarme en tu pecho durante horas sin hacer absolutamente nada y aún así las horas pasarán raudas para que al darnos cuenta, ya sea hora de que te vayas y yo intente convencerte de que te quedes aunque sepa que tienes que marcharte, aunque te vaya a ver al día siguiente. Y conseguirlo más de una vez. Que me cuentes tus problemas sin importar que no pueda hacer nada para resolverlos, que lo hagas por el simple hecho de que sabrás que te reconfortaré aunque sea con un estúpido e inútil beso sincero. Que te lance una almohada cuando estés roncando porque no me dejas dormir. Amanecer desvelados porque tú roncas y yo te despierto para que ¡dejes de hacerlo!, y de todas formas darnos un dulce "buenos días, mi amor". Saber que aunque tengamos una pelea volveremos a hacer el amor una y otra vez. Saber que el perdón es eterno entre los dos. Estar segura de que serás eterno en mi vida y yo en la tuya, porque tú me necesitas y lo soy todo para ti. O tal vez es al revés. Recordar cada mañana cuánto es mi amor por ti y notar que ha crecido un poco desde la última hora, porque eres inteligente, porque eres varonil, porque eres centrado, porque eres talentoso, porque eres muy dulce, porque eres músico, porque eres tauro, porque eres amable, porque eres divertido, porque eres maduro, porque eres mayor que yo, porque eres paciente, porque eres testarudo, porque eres tenaz, porque tu nombre empieza con J, porque tiene doble A, porque eres un lindo niño y porque eres perfecto para mí. Y saber que tú lo sabes y que por eso me amas de la misma forma en que yo a ti.
Tal vez seas sólo un espejismo. Tal vez te enamores de alguien más porque yo no soy lo que buscabas. Tal vez tenga que vivir sabiendo que un día te canses. Tal vez así sea.

Muelas del Juicio

Desde hace un tiempo me siento más frustrada que nunca. Estoy tan estresada que me mareo, me dan taquicardias, me tiemblan las manos y tengo jaqueca. Todo este catálogo de síntomas sugestivos me hace sentir que mi espíritu ya no es tan fuerte como antes y el reflejo es el que mi cuerpo está desfalleciendo. Todo me cansa y todo me enloquece. Intento mantenerme serena pero tan sólo siento cómo mis emociones son las que me controlan a mi, y las ganas de acabar con todo se han hecho presentes en mi vida una vez más.
Estoy intentando buscar actividades que mantengan ocupada mi mente, y últimamente sólo escribo, escribo, escribo, porque además ya no sé a quién contarle cómo me siento, y además ni siquiera cómo carajos explicarlo. ¿Cómo vas y le dices a alguien, 'sí, me va de la mierda, sé que debo seguir adelante pero no tengo un pinche ánimo apenas para levantarme de la cama y abrir las cortinas'?. Años con cantidad de psicólogos y dos psiquiatras, antidepresivos, una experiencia mística espiritual, y de lo único que me estoy dando cuenta es de que probablemente mi vida sea así por el resto de ella. ¿Te imaginas? Tener que luchar con esta insoportable depresión, y de manera sobria además de todo. Hay días en que estoy tan contenta que siento que puedo comerme al mundo entero con mi belleza y entusiasmo, pero la mayoría no me quiero ni mirar al espejo; rezo cada noche y cada mañana para aprender a controlar este estado anímico. Y he de jactarme que, luego de llorar por las más estúpidas trivialidades y perdirle a Dios que pase la tormenta, algunas veces logro serenarme. Pero residen los temblores, la fiebre, la taquicardia, la respiración cortada al exhalar. ¿Lo has sentido alguna vez?
A veces pienso que quisiera poder hablar con alguien que no me reprochase las lágrimas como grifo de agua, las maldiciones, el injustificado dolor y mis exageradas vulnerabilidades. Me siento tan sola. En estos días tan insípidos y grises sólo me queda hablar con Dios, como bajo un paragüas de colores. Pero qué va, saber todo esto es mirar frente a mi el todavía inmenso trecho que me falta recorrer hasta llegar a mi recuperación, la cual, tal vez, nunca sea total.
Pero bueno, para este lienzo tan vacío, tengo mis acuarelas.
La próxima semana me van a sacar las muelas del juicio. Y tú sabes, eso no contribuye a mi ya de por sí paupérrimo estado mental, sobre todo por el tema de la anestesia... Cuatro inyecciones de un putazo. Me duele el estómago sólo de pensar en ello. Pero en fin, creo que al menos tendré un buen pretexto para quedarme en casa sin hacer nada por siete días, tal cómo quería, ¿verdad? Aunque tenga mucho pinche miedo. Sólo espero que pase pronto.